
Cuando queremos presentar nuestra candidatura para una oferta de empleo o cuando queremos presentar una autocandidatura, un recurso útil y diferenciador puede ser el envío de una carta de presentación junto a nuestro currículum vítae. Esta carta de presentación puede ser la clave para suscitar el interés en el receptor de tu candidatura, y por tanto, puede abrirte muchas puertas. Por eso, vamos a detallar algunas claves sobre qué debe incluir una carta de presentación tipo, y aquellos errores que deberás evitar para que esa carta no vaya directamente a la papelera. Ante todo, ten en cuenta que cuanto más personalizada y de más calidad sea tu carta de presentación, tendrás más posibilidades de que resulte atractiva.
Datos básicos de una carta de presentación
Lo primero que debes incluir en tu carta son los datos básicos de identificación como tus datos personales y de contacto, los datos de la empresa y la persona a la que te diriges (en caso de que no dispongas de este dato, puedes dirigirte al departamento de recursos humanos o de personal), la referencia de la oferta de empleo y la fecha en la que la envías.
A continuación, deberás presentarte y explicar los motivos por los que presentas tu candidatura y alguna referencia sobre la empresa a la que te diriges. Tras esto, lo ideal sería destacar tu formación y experiencia en relación al puesto, de modo que quede claro tu adecuación según los requisitos de la oferta.
Por último, expresar tus objetivos de que seas considerado para el puesto y tu interés en mantener una entrevista personal a fin de valorar adecuadamente tu valía para el puesto solicitado. Aquí es importante destacar tus logros a lo largo de tu trayectoria profesional. Eso sí, aquellos que resulten relevantes e interesantes para quien lo vaya a leer. Y no olvides, siempre, despedirte de forma cordial y educada e incluir, si te es posible, tu firma.
Diferenciación en tu presentación
Como hemos comentado, evita utilizar una carta de presentación genérica ya que, si no, demostrará tu falta de interés. Es normal que utilices una plantilla que te servirá como guión, pero debes intentar adaptarla y personalizarla, incluso redactarla desde cero cada vez. A pesar de todo esto que te recomendamos, no debes extenderte demasiado, ya que si es muy extensa la carta, quien la reciba, acabará haciendo una lectura rápida de la misma sin prestar demasiado atención o probablemente acabe por echar un vistazo y pasar al siguiente. Intenta destacar lo relevante de forma clara y concisa. También debes tener en cuenta que no debes repetir aquello que ya incluyes en tu currículum vítae, ya que de lo contrario disminuirá el interés por ver lo que indicas en él.
Otro aspecto especialmente delicado, el cual mucha gente no presta la atención que debiera, es el cuidado de la ortografía y de la gramática. Para esto, te puede resultar muy útil escribir tu carta con programas como Microsoft Word y hacer una revisión de la ortografía y gramática. Y en caso de duda, también puedes recurrir a la RAE.
Si tienes nociones de diseño, te recomendamos que le des un toque personal a tu carta y a tu currículum vítae, de forma que resulte atractivo. Un buen diseño siempre es agradable y un aspecto diferenciador cuando, quien vaya a leerlo, probablemente tenga que analizar multitud de cartas. Una herramienta muy útil para realizar este tipo de diseños, si tienes nociones básicas, es Canva.
Elementos a evitar en una carta de presentación
Ahora vamos a centrarnos en aquellos elementos que deberás evitar en tu carta de presentación. Es muy habitual encontrarnos con frases del tipo “soy muy perfeccionista” o “me exijo demasiado” y este tipo de expresiones pueden dar pie a que el responsable de realizar la selección de los candidatos interprete que se trata de una persona insegura y con falta de confianza. Hasta hace no mucho, expresar frases como “soy innovador” eran muy empleadas, pero su uso ha ido perdiendo valor y eficacia, por lo que hoy en día es mejor utilizar otro tipo de frases como “amplia capacidad al cambio” o “gran capacidad de adaptación”. Otro aspecto que debemos tener cuidado y evitar es ser excesivamente egocéntricos y abusar de la palabra “yo”, centrando la carta en nosotros. Es importante que hables también de la empresa, destaques qué es lo que te atrae de ella y aprovechar para demostrar que la conoces.
Por último, aunque no suele ser muy frecuente, no establezcas un horario de llamadas. Muestra tu predisposición y disponibilidad para que te contacten ya que es el objetivo principal de tu carta de presentación. Con estas recomendaciones, seguro que consigues suscitar en el reclutador su interés y muy probablemente consigas esa entrevista donde poder demostrar lo mucho que vales. Para que lo puedas poner en práctica, busca tu oportunidad de entrevista en la ofertas de trabajo de Synergie en la página web. ¡Mucha suerte!