Cuando te enfrentas a una entrevista de trabajo, es muy frecuente que te formulen ciertas preguntas “trampa”. Por eso, lo más aconsejable es que pienses sobre las posibles preguntas que te pueden formular y reflexiones sobre las diferentes respuestas que puedas dar y que trates de ser sincero para que, en otras preguntas que te puedan formular después, no caigas en contradicciones. Pero, a pesar de lo mucho que puedas pensar antes de realizar la propia entrevista, te vamos a indicar cuáles son las preguntas más frecuentes que suelen darse en esas situaciones y los tipos de respuestas más adecuadas en cada caso. Es clave evitar en la medida que puedas la improvisación para no quedarte en blanco y no sepas qué contestar.
Como recomendación puede resultarte muy útil analizar la empresa para la cual te van a entrevistar y sus competidores, conocer su visión, misión y valores, el tipo de trabajos y/o servicios que presta, el número de empleados y métodos de trabajo dentro de los departamentos, rangos salariales de perfiles similares al tuyo o aquellos aspectos que creas pueden resultarte útiles el día de la entrevista.
Además de aquello que tiene que ver con la empresa, debes analizarte a ti mismo, pensar en cuáles son tus aspiraciones profesionales y personales, qué tipo de tareas te atraen más o en cuáles te desenvuelves mejor, dónde te ves dentro de X años… Cuanto mejor te conozcas a ti mismo, más seguro te sentirás y podrás contestar a ciertas preguntas con más confianza y mayor facilidad.
También es importante que pienses cómo te vas a vestir para la entrevista, cómo te vas a desplazar hasta el lugar indicado y los tiempos que vas a necesitar para llegar puntual, qué material necesitarás llevar contigo, controlar el lenguaje no verbal y, sobre todo, tratar de estar lo más relajado posible. Pero para poder estar realmente relajado es fundamental que te plantees previamente diferentes situaciones con las que te podrás encontrar y cómo las vas a afrontar y sus posibles respuestas. Si consigues tener bajo control estos aspectos, te facilitarán mucho a afrontar con seguridad y sin nervios todas las situaciones que se te vayan planteando.
Como norma general, las entrevistas personales suelen girar en torno a 3 bloques principales: formación/experiencia, aptitudes/cualidades y futuro.
En el primer bloque, lo más común suele ser preguntarte acerca de los motivos para el cambio de empleo o qué fue lo que propició que dejaras tu anterior empleo. Ante este tipo de preguntas, lo más recomendable es centrarse en los aspectos positivos de tu anterior puesto, pero, a su vez, explicar cómo por tus aspiraciones profesionales y personales, estás buscando algo que se adecue más a ti, lo cual, casualmente, coincide con lo que esta empresa te puede ofrecer. No conviene hacer hincapié en los aspectos negativos de tu actual/anterior empleo ya que podrías acabar dando una imagen de persona problemática o desleal.
En el segundo bloque, el que gira en torno a tus aptitudes para el puesto en cuestión, suele ser muy habitual que te pregunten por cuáles son tus debilidades. Para ello, lo mejor es tratar de darles la vuelta y hacer hincapié en cómo has trabajado y conseguido minimizar esas debilidades hasta el punto en el que te han convertido en un mejor y más eficiente profesional. Aquí, también es probable que te pregunten por tus principales fortalezas o que trates de hacer una breve descripción de ti mismo. Para esto, lo mejor es que hagas una autoevaluación y pienses en qué eres realmente bueno y que además coincida con alguna de las aptitudes que se especificaban en la descripción de la oferta de empleo (para esto, practicar y preguntar a alguna persona de tu confianza puede resultarte muy útil, pero siempre tratando de ser sincero/a contigo mismo/a). Es muy importante que intentes averiguar qué es lo que la empresa espera de ti, qué les puedes aportar.
Por último, te pueden preguntar sobre cómo te ves en un futuro cercano y sobre cuáles son tus expectativas para los próximos años. Aquí es fundamental hacerles ver que te ves en esa misma empresa, pero habiendo promocionado verticalmente, asumiendo mayores responsabilidades, siempre vinculado a la oferta de empleo y puesto del que estáis tratando.
Además de estas posibles preguntas, te pueden formular otra pregunta en torno a cuáles deberían ser las razones por las que deberían seleccionarte a ti para el puesto. Esta pregunta, si no la has pensando previamente, es probable que te coja por sorpresa y tengas que improvisar. Por eso, es fundamental que pienses en qué es lo que puedes aportar a la empresa pero que, a su vez, te diferencie del resto de candidatos. Aquí te puede ser de gran utilidad hacer referencia a los posibles logros que hayas conseguido en tus anteriores empleos mediante ejemplos concretos y, en la medida de lo posible, cuantificables. Y eso sí, que sean aspectos coincidentes con los que se detallaban en la oferta de empleo.
Ahora ya solo te falta conseguir esa entrevista que tanto deseas. Para ello, desde Synergie queremos ayudarte a encontrarla. Entra aquí, déjanos tu currículum, y nuestro equipo se pondrá manos a la obra para ayudarte en tu búsqueda de tu próximo empleo.