¡APORTA O APARTA!
¿Qué me dices? ¿De verdad no sabes lo que es un “Ladrón de energía”? Sí, hombre, esa persona que tras su paso te deja agotado, triste, sin fuerza, malhumorado, te desgasta, culpa a los demás, desmotiva y crea actitudes derrotistas, incluso te hace sentir ignorado y te genera tensión. Todo son problemas.
Ten cuidado, porque están en cualquier parte: en el trabajo, en la familia, en tu grupo de amigos,… ¿Que un día te ha pasado algo bueno y te sientes grande? Reza para no encontrarte con uno de ellos y compartir tu alegría, porque te bajarán de tu nube de felicidad hasta arrastrarte por el barro y hacerte pequeñito. Serán capaces de decirte cualquier cosa para hacerte sentir infravalorado. Ese día habrás pasado de verlo todo bonito y positivo, a que si llueve, te molestará la lluvia, si hace sol, te enfadarás por el calor, y así con todo, y con todos. Sí, sí, porque al final la actitud, es contagiosa.
¡Tú decides de quién te rodeas!
Tampoco es cuestión de eliminar a la gente con “energía negativa” de nuestras vidas, gracias a ellos, muchos nos hemos convertido en lo que somos. No va a ser todo vivir en una nube fuera del alcance de cualquier cosa que nos pueda afectar.
Siempre tienes la opción de no ser como ellos y comportarte como ese otro tipo de gente totalmente opuesta. Yo los denomino: “Generadores de Ilusión”. Son esas personas que iluminan, te escuchan, te valoran, son positivas y alegres, colaboran, te ofrecen soluciones, se atreven con todo y te animan a lanzarte a nuevos retos, a enfrentarte a tus miedos. Sientes que de verdad se alegran de tus logros, dan importancia hasta al más mínimo detalle. Te empujan para que saltes o incluso saltan contigo. Y cuando se marchan, te dejan un gran chute de energía. Estas personas existen, puedes rodearte de ellas, e incluso puedes ser tú una de ellas.
Yo lo tengo claro, ¿y tú?
“Tú eres el responsable de lo que piensas y de lo que sientes, tú eres responsable de tu actitud y de tu estado de ánimo, y si sufres, tú eres el único responsable de sufrir. No vas a cambiar las circunstancias, pero sí puedes cambiar tus sentimientos. Nunca, nunca, nunca podremos cambiar las circunstancias que nos han tocado o que nos tocará vivir. Nunca, nunca podremos elegir los acontecimientos. Nunca. Pero siempre, siempre, siempre, siempre podremos elegir nuestra actitud. Siempre. Esa es nuestra gran libertad. Tú eliges tu actitud, tú eliges si vas a luchar o vas a quejarte, tú eliges si vas a ser positivo o negativo, tú eliges si vas a ser optimista o pesimista, tú decides si vas a perseverar o a lamentarte. Sólo tú haces esa elección. Sólo tú. Y cada elección, cada decisión, cada instante, cada comportamiento en tu vida te acerca un poquito más a la grandeza o te acerca un poquito más a la mediocridad. Esa es tu decisión. Esa es tu libertad.”
Víctor Küppers