La entrevista de trabajo es el momento en el que se evalúa si contamos con la competencia profesional suficiente para desarrollar el puesto ofertado. Como sabes, hay circunstancias personales que pueden dejarte fuera de la selección automáticamente, pero todo tiene un límite. ¿Hay preguntas ilegales en una entrevista de trabajo? ¿Cuáles son y cómo debo responderlas?
Ten en cuenta que las relaciones laborales están reguladas por la ley. Y eso empieza antes incluso de firmar el contrato.

El marco legal de la entrevista de trabajo
No existe circunstancia alguna en la que puedas ser objeto de discriminación. Y el momento en el que te enfrentas a las preguntas en una entrevista laboral no es una excepción.
El artículo 14 de la Constitución Española ya dice que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
En junio de 2022 se aprobó la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación, que como veremos más adelante, tiene implicaciones laborales.
El artículo 4.2.c del Estatuto de los Trabajadores habla directamente del derecho a la no discriminación y declara nulas y sin efecto las acciones que den lugar a “situaciones de discriminación directa o indirecta desfavorables” por los motivos ya enumerados en la Constitución.
Por último, el artículo 8.12 de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social establece que tales acciones discriminatorias constituyen infracciones muy graves.
Hasta aquí el marco legal que regula la entrevista de trabajo. Sin embargo, si has realizado suficientes a lo largo de tu vida, ya sabrás que ese tipo de preguntas del entrevistador son frecuentes. De forma directa o indirecta, incluso a través de un comentario aparentemente inocente para quitar tensión.
Tu entrevistador tiene en mente un tipo de candidato libre de circunstancias que considera como negativas para el desempeño del puesto. Intentará evaluar si eres la persona que encaja con ese perfil. Pero ¿hasta dónde puede evaluarme? Es importante que tengas claro qué preguntas en una entrevista constituyen un trato discriminatorio y cuál es la mejor forma de enfrentarte a ellas.
Vamos a repasar las preguntas ilegales laborales.
Preguntar por los hijos
Que el entrevistador te pregunte si tienes hijos o si estás planeando tenerlos es un clásico de toda la vida. En ocasiones en el tono cordial que adopta el típico comentario que se hace para aliviar la tensión del momento.
El objetivo puede ser doble. Por un lado, escoger a una persona con una mayor disponibilidad de horario, capaz de realizar turnos cambiantes sin trabas familiares que se lo impidan. Por otro, evitar a personas que en el futuro puedan pedir su permiso de paternidad o maternidad.
En cualquier caso, se trata de una pregunta ilegal. Incluso aunque no exista otra intención que tener una imagen más precisa de la persona evaluada.
Preguntar por la situación civil
Muy relacionada con la cuestión anterior es la pregunta sobre si estamos casados. Y no solo porque el entrevistador considera que una persona soltera y sin compromiso aparente estará más dispuesta a comprometerse con la empresa. La ley establece una serie de permisos por hospitalización o fallecimiento del cónyuge, así como los clásicos 15 días por matrimonio.
Preguntar por la edad
Apenas es necesario aclararlo: la empresa tiene derecho a saber si tienes la edad legal para firmar el contrato de trabajo. A partir de ahí, el entrevistador no puede preguntarte tu edad, ya que puede ser objeto de discriminación.
Quizá te hayas encontrado en la situación de que has llegado a una empresa de cualquier tipo (un restaurante, una oficina o un colegio privado) y te has sorprendido porque no has encontrado ni a un solo empleado por encima de la treintena.
Claramente, el proceso de selección en esa compañía deja a un lado las personas de cierta edad, pasando por encima de su experiencia y veteranía. Es conocido que al llegar a la mediana edad tendrás más dificultades para encontrar un nuevo trabajo. Por ello la ley establece que no podrán preguntarte por la edad durante la entrevista.
Preguntar por el estado de salud
En la mencionada Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación se establecía por primera vez la prohibición de preguntar por el estado de salud a los candidatos y las candidatas a un puesto de trabajo.
Obviamente, la pregunta puede esconder la preocupación del empresario por la capacitación en el desempeño del trabajo o evitar que el futuro empleado falte al trabajo más de lo habitual. Pero también puede esconder la discriminación por otras razones. Un ejemplo sería el caso de los trabajadores seropositivos o las relacionadas con la salud mental.
Preguntar por la ideología política
Sostener determinadas ideas políticas o pertenecer a un partido es una elección personal que en ningún caso afectará a tu capacidad profesional. Tu entrevistador cometerá una infracción si pregunta directamente a quién votas y con seguridad lo sabe.
Por ello, te enfrentarás con frecuencia a preguntas indirectas que intentarán saber cuál es tu tendencia política o, más probablemente, si estás afiliado a algún sindicato. En ninguno de los dos casos tienes obligación de responder.
Preguntar por la religión
Al igual que sucede con la ideología política, las creencias religiosas pertenecen al terreno de lo personal y no deberían afectar a tu idoneidad como candidato. Tanto si careces de ellas como si perteneces a una religión no mayoritaria que pueda ser objeto de discriminación, estás protegido por la ley.
Preguntar por la orientación sexual
No importa con qué actitud positiva afrontes la imagen que tengan los demás de tu orientación sexual o lo poco que te importe que la conozcan. En un proceso de selección para un trabajo es un dato potencialmente discriminatorio y por ello la ley prohíbe incluirla en las preguntas laborales.
Cómo enfrentarse a las preguntas ilegales en una entrevista de trabajo
Cómo te enfrentes a una o varias de estas preguntas que tu entrevistador no debería haber hecho dependerá en gran medida de tu personalidad o tus perspectivas.
Adopta el tipo de respuesta que mejor se ajuste a tus circunstancias, pero acude siempre a la entrevista con preparación previa. Así, si surgen estas cuestiones, estarás en condiciones de dar la respuesta adecuada para tus intereses.
La opción más sencilla es no contestar. Sin embargo, una respuesta del tipo “no estoy obligado a contestar a esa pregunta” puede resultar demasiado brusca y tensar el clima de la entrevista. Por más que estés en tu perfecto derecho.
Quizá se trata de una empresa en la que tienes mucho interés o simplemente necesitas trabajar con cierta urgencia y querrás llevar preparada una respuesta más asertiva.
En este caso siempre tienes la opción de responder claramente y esperar que ese dato no pese negativamente. Como se ha visto, muchas veces el entrevistador solo desea tener sobre ti toda la información que pueda no se usará para evaluarte.
Una reacción más astuta y que requiere mayor preparación es convertir esa pregunta en la exposición de una fortaleza. Tener hijos o expresar el deseo de tenerlos puede convertirse en el ejemplo de cómo eres una persona capaz de afrontar responsabilidades. Declarar tus creencias religiosas puede ser la excusa para exponer cómo te hacen fuerte en la honradez y la cultura del esfuerzo. Son solo dos ejemplos.
Y, desde luego, siempre tienes la opción legal: denunciar el posible trato discriminatorio a la Inspección de Trabajo.
Pero, aunque no quieras llegar tan lejos, si se te han planteado estas cuestiones en una entrevista debes preguntarte si realmente esa es la empresa en la que quieres trabajar en el futuro.